miércoles, 20 de agosto de 2008

Yo también fui inmigrante

Todos los días, cuando camino hacia o desde mi lugar de trabajo (sí, tengo esa suerte), veo que los carritos en los que se venden sopaipillas y/o jugos de naranja, por lo general, están a cargo de inmigrantes peruanos o ecuatorianos. Y pienso…que emprendedores/as…
Esta semana, haciendo zapping, descubrí que el noticiero matinal Meganoticias, tiene un espacio dedicado a historias de inmigrantes en Chile. Hoy destacaban a un colegio en la zona de Santiago poniente donde conviven, comparten y aprenden niños peruanos, colombianos, ecuatorianos y, por cierto, chilenos. Y cuando el periodista le pregunta a un chico chileno qué se siente tener compañeros extranjeros, el chico, algo desconcertado por la pregunta, dice algo así como… “nada, no me da nada, si somos todos niños.” Y pienso, ¡Brillante respuesta! Los niños no hacen diferencias; entre ellos son todos iguales…

Y luego, tratando de encontrar la fecha del Día del Inmigrante en Chile (si alguien la sabe, por favor, avísenme), me encuentro con un blog escrito por alguien que bien podría ser hija de inmigrantes (por la foto) y siento una profunda decepción.
Desde mi experiencia como inmigrante en un país donde crecí con un idioma distinto al mío, con juegos distintos a los que yo jugaba, con gente, que aún hablando castellano, lo hacía con acentos muy distintos a los míos, y con palabras que no entendía, aprendí a valorar y respetar la diversidad cultural. Y pienso, que fortuna la mía… sé lo que es una arepa, que el 15 de septiembre se celebra la independencia en Centro América y México (celebré y bailé con esos inmigrantes), sé lo rico y sustancioso que es el pozole, tuve amigas de Trinidad y Tobago, de Jamaica y Anguila con quienes aprendí a comer roti, compartí sala de clases con árabes y judíos, y con mis amigos y amigas formamos el grupo folklórico Araucaria y bailábamos cueca sintiéndonos bien chilenos y chilenas.
No fui inmigrante por razones políticas, fui inmigrante por razones similares a las de muchos de los inmigrantes que viven hoy en Chile: por razones económicas, porque mi padre y mi madre buscaban darnos oportunidades que no podían asegurarnos en Chile. Y sólo digo, ¡Gracias, buena decisión! (sintiendo toda la mezcla de acentos que he acumulado en mi vida).

6 comentarios:

Marta Mo News dijo...

¡bRAVO PILI!! tE FELICITO, ESTÁ SUPER LINDO E INTERESANTE. (bUENO LO POCO QUE LEÍ....) eN TODO CASO: un deseo grande: eSPERO QUE TENGAS taaaaaanto TIEMPO PARA DEDICARTE A ÉL COMO YO NO TENGO PARA TODO LO QUE QUISIERA HACER EN ESTA WEB 2.0 QUE ¡me fascina!!!: uN ABRAZO Y DE NUEVO FELICITACIONES.... Y COMO VES ME EQUIVOQUE EN LAS PALABRAS QUE DEBERÍAN IR CON MAYÚSCULAS Y LAS QUE NO.... mARATA

Pilar dijo...

Gracias por tu comentario, Martita...parece que, como siempre, andabas acelerada. Pero de verdad se agradece que me leas.

Un abrazo,
Pilar

Alejandra Lagos Martínez dijo...

Imposible mantenerme indiferente ante el artículo del blog que publicaste, por supuesto que le respondí y además, publiqué un post en mi blog. Traté de ser lo más educada posible, pero es un tema que no es fácil de pasar por alto o frente al que una pueda quedarse indiferente.

Pilar dijo...

Gracias por tu comentario. Creo que mientras más hablemos del tema y compartamos opiniones, nos iremos abriendo a aceptarnos más como la sociedad multicultural que somos.

Rodrigo Sáez Rojas dijo...

Creo en la individualidad mia y de otros, pero eso no quiere decir que no debemos ser tolerantes entre si, la diversidad hace riquezas, lo vemos en la selva amazónica , lo vemos en nuestro mismo trabajo todos distintos pero concentrados en un mismo objetivo.
Entiendo cuando hablas de sentirse extranjero, aveces me siento así en mi propio país, debemos aprender de los niños no de los adolecentes, jeje, de los niños, esas mentes y almas sin prejuicios, de esas personitas sinceras que cuando dicen una verdad que no a todos agrada o incomoda hacemos callar, allí es donde estamos equivocados, debemos enseñarles como decirlo pero no censurarlos.... bueno espero que la generación que va naciendo sea mejor de la que ya está.

Saludos a todos.

Pilar dijo...

Rodrigo, tengo la sensación que, efectivamente, las nuevas generaciones, así como vienen con el chip de la tecnología puesto, creo que también vienen con el chip de la diversidad cultural, la tolerancia y la colaboración.

Un abrazo.