
Hoy fui parte de una red que se movilizó por un tema en particular y testigo de cómo estas redes informan, unen y hasta hacen milagros (independiente de creencias religiosas).
Un primo sufrió un gravísimo accidente este domingo aquí Santiago, del cual me enteré al día siguiente por mis padres, que están en Miami. Gracias a un tío, que también vive ahí, supe en qué hospital estaba internado mi primo. Sin tener cómo comunicarme ni con él ni con su familia (no vale la pena entrar en las desconexiones familiares que ocurren quién sabe por qué razón), le envié un mensaje a un amigo vía Facebook, más que nada por querer contarle esta situación a alguien que nos conoce a ambos y que podría entender mi preocupación.
Esta tarde, luego de tener noticias del hospital, y más tranquila con el avance realmente milagroso que está teniendo mi primo, llamé a mis padres para ponerlos al día con las noticias. Ahí y me enteré que mi amigo (el de Facebook) se había movilizado de tal manera que amig@s y conocid@s que no veo desde hace muchísimos años, estaban enterados de lo que había pasado. A esas alturas ellos tenías más detalles que yo de la situación y del estado de salud de mi primo. Incluso me comuniqué con una amiga que vive en Maryland para contarle los sucedido y, casi antes de saludarla, ya me estaba preguntando por mi primo.
Un primo sufrió un gravísimo accidente este domingo aquí Santiago, del cual me enteré al día siguiente por mis padres, que están en Miami. Gracias a un tío, que también vive ahí, supe en qué hospital estaba internado mi primo. Sin tener cómo comunicarme ni con él ni con su familia (no vale la pena entrar en las desconexiones familiares que ocurren quién sabe por qué razón), le envié un mensaje a un amigo vía Facebook, más que nada por querer contarle esta situación a alguien que nos conoce a ambos y que podría entender mi preocupación.
Esta tarde, luego de tener noticias del hospital, y más tranquila con el avance realmente milagroso que está teniendo mi primo, llamé a mis padres para ponerlos al día con las noticias. Ahí y me enteré que mi amigo (el de Facebook) se había movilizado de tal manera que amig@s y conocid@s que no veo desde hace muchísimos años, estaban enterados de lo que había pasado. A esas alturas ellos tenías más detalles que yo de la situación y del estado de salud de mi primo. Incluso me comuniqué con una amiga que vive en Maryland para contarle los sucedido y, casi antes de saludarla, ya me estaba preguntando por mi primo.
La gente se informó utilizando distintos medio tecnlógicos y tod@s se conectaron de tal manera--creo que en una especie de sentimiento o pensamiento colectivo--que esta red ha logrado unirse y unirnos con un fin común, el deseo de que mi primo se recupere.
Estoy maravillada y esperanzada; la tecnología que se utilice es lo de menos, pero los movimientos sociales que se conforman, a través de ésta, son realmente fuertes.
Estoy maravillada y esperanzada; la tecnología que se utilice es lo de menos, pero los movimientos sociales que se conforman, a través de ésta, son realmente fuertes.
Doy fé que las redes funcionan...de maneras que incluso nos cuesta imaginar.